La nueva Ley de Cambio Climático obliga a que el 9% de las compras de las rent-a-car sean de vehículos a batería y las compañías no lo ven viable


DIARIO INFORMACIÓN - DAVID NAVARRO - Alicante, 8 de Mayo de 2.023

Las empresas de alquiler de coches no están nada conformes con la nueva Ley de Cambio Climático de la Generalitat, que les obligará a que ya este mismo año el 9% de los vehículos que compren para renovar sus flotas deban ser eléctricos puros. Una exigencia que consideran inasumible en estos momentos, tanto por el elevado precio de estos vehículos, como por la falta de cargadores públicos, que aleja a los posibles clientes.

"Nosotros tenemos un Nissan Leaf y no lo quiere nadie por miedo a quedarse sin batería. Lo tenemos parado gran parte del tiempo", se queja el presidente de Asociación Empresarial de Vehículos de Alquiler de la Comunidad (Aecoval), Mauro Derqui, que hace solo unos días mantuvo una reunión con la Generalitat, para trasladar al Ejecutivo autonómico las quejas del sector y reclamar cambios en la normativa, además de ayudas.

En concreto, según los datos aportados por la asociación, mientras que la media de la flota de este tipo de compañías presenta un grado de utilización de alrededor del 85%, en el caso de los vehículos eléctricos desciende hasta el 55%. El principal motivo es que los clientes tienen miedo a quedarse sin batería ante la falta de cargadores públicos, por lo que el sector considera que se tendría que haber garantizado la existencia de suficientes puntos de conexión antes de obligarles a comprar determinado porcentaje de vehículos.

Pero, además, las rent-a-car denuncian otro problema añadido y es que los cargadores que ya existen en algunas estaciones de servicio o aparcamientos públicos obligan a bajarse una aplicación y darse de alta, lo que complica la tarea especialmente a los turistas extranjeros, que son los principales clientes de estas compañías. Por eso, entre sus reclamaciones han incluido que se pueda pagar este servicio simplemente con la tarjeta de crédito.

En cualquier caso, la falta de demanda no es el único motivo del menor porcentaje de uso de los vehículos eléctricos. Como recuerda el presidente de Aecoval, los propios periodos de recarga también obligan a que deba transcurrir más tiempo entre un alquiler y el siguiente. Además, el sector cuestiona la capacidad de la red en los puntos de mayor concentración de este tipo de servicios. "¿Hay potencia suficiente en el aeropuerto para conectar todos los coches eléctrico que serán necesarios?", se pregunta.

20 millones

Al menor tiempo de explotación de estos vehículos se une su mayor coste. Según la patronal, cada vehículo eléctrico ronda los 30.000 euros de media, mientras que uno de combustión no alcanza los 18.000 euros. Es decir, que suponen un sobrecoste de alrededor del 70%, que sobre todo las pymes del sector ven difícil de afrontar. En total, Aecoval calcula que la obligación de matricular un 9% de vehículos eléctricos puros representará un gasto de 20 millones de euros para las empresas de la Comunidad Valenciana. Unas empresas que, además, tienen difícil acceder a las ayudas del Plan Moves para la compra de este tipo de coches.

Desde el sector señalan su disposición a colaborar en la reducción de las emisiones, aunque recalcan que el principal problema no está en las flotas de alquiler, que tienen una antigüedad media de apenas dos años frente a los 14 años del parque automovilístico global, y que sólo suponen el 2% de los vehículos que circular por las carreteras de la autonomía.

Bonos

Ante esta situación, desde Aecoval han solicitado a la Generalitat que introduzca cambios en la normativa que flexibilice su aplicación. Para empezar, reclaman que se abra la mano y que en el porcentaje de vehículos eléctricos que deben matricular las compañías de alquiler se incluyan también los híbridos e híbridos enchufables. Un tipo de vehículos más asequibles y que los clientes tienden a acoger más favorablemente, ya no les ven los mismos problemas de autonomía que a los eléctricos puros.

Pero, además, las rent-a-car reclaman ayudas tanto para la adquisición de los vehículos, como para incentivar su uso. Así, proponen la creación de una especie de bono, como se ha hecho con los hoteles, para que los conductores se animen a demandar automóviles eléctricos.

Igualmente, reclaman que se haga un mapa detallado de los puntos de recarga existentes, para facilitárselo a los clientes, y que se permita el pago con tarjeta en todos ellos.

Matriculaciones

A nivel global, las motorizaciones alternativas representan ya un tercio de los turismos y todoterrenos que se matriculan en Alicante. En concreto, entre enero y abril representaron el 33,44% del mercado en la provincia, con un total de 4.846 unidades, según datos de Faconauto, Ganvam y Anfac. Se trata de una cifra algo inferior a la media nacional, donde este tipo de vehículos ya supone el 41,72%, precisamente por el importante peso que tienen en la zona las compras de las empresas alquiladoras, que aún apuestan en mayor medida por los vehículos de gasolina.

Del total de motorizaciones alternativas, hasta 3.591 fueron híbridos, lo que supone un aumento del 65% sobre los datos del año anterior; mientras que los eléctricos puros sumaron 1.061 matriculaciones, un 59% más.

Por su parte, se vendieron 194 automóviles con motores de gas, una alternativa que no acaba de cuajar.


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