El aeropuerto mantiene las conexiones con Gran Bretaña, pero desde el domingo registra cancelaciones y la ocupación de los vuelos cae a la mitad. La terminal esperaba atender a 45.000 pasajeros británicos este mes
DIARIO INFORMACIÓN -F.J.BENITO - Alicante, 23 de Diciembre de 2.021
La Navidad y el hecho de que los pasajeros de vuelos extranjeros, turistas y alicantinos que trabajan o estudian fuera de España puedan llegar a la provincia sin problemas, porque las fronteras españolas no están cerradas y no les afecta, por lo tanto, el cierre perimetral autonómico, había disparado la actividad en el aeropuerto de Alicante-Elche hasta la semana pasada, sobre todo con Gran Bretaña. Sin embargo, la aparición de la nueva cepa del covid ha echado por tierra la expectativas, y los propios responsables de operaciones del aeropuerto tienen que modificar, todos los días, las programación en el aeropuerto.
El caso es que las compañías aéreas mantienen enlaces desde Londres, Manchester, Liverpool y resto de las principales ciudades británicas, pero desde el lunes los aviones han reducido drásticamente la ocupación, incluso aunque Alicante sea la provincia española con más británicos censados (70.000). Este mes el aeropuerto esperaba un movimiento de 45.000 pasajeros británicos, la mayoría concentrados en la segunda quincena, pero todo apunta a que la cifra se reducirá a la mitad por la nueva crisis de covid,y no pasarán de los 22.000.
El confinamiento reduce de 45.000 a 22.000 los pasajeros británicos
El propio presidente de la patronal hotelera Hosbec, Toni Mayor, ya ha apuntado esta misma semana, que la detección de la agresiva cepa del covid, aunque parece que las vacunas anunciadas también son efectivas, va paralizar dos meses la esperada reactivación de las reservas del turismo del Reino Unido. El movimiento turístico convencional está prácticamente cerrado, por lo que la incidencia, ahora mismo, es menor en una Costa Blanca que tiene el 80% de los hoteles cerrados y no esperaba ya a los primeros turistas británicos convencionales hasta finales del próximo mes de febrero, cuando está previsto el regreso, ahora en el aire también, de la compañía Jet2com, propiedad del turoperador Jetholidays, que movía hasta 2010 cerca de 800.000 turistas al año y es clave para los hoteles.
Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, los Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Rumania y Suecia han ido anunciando en cascada sus vetos, con distintas duraciones: en Holanda, hasta el 1 de enero, y en Francia, solo temporalmente, de momento durante 48 horas. España ha optado por un «mix». Suspendo los vuelos pero no totalmente, pero tampoco fijo el horizonte temporal. Ahora, tras la detección de la cepa, habrá que ver cómo reaccionan la compañías que operan en el aeropuerto de Alicante-Elche, justo ahora que habían incrementado su programación.
El blindaje del Reino Unido tras detectar la nueva cepa del covid reduce a la mitad el tráfico este mes
Desde el pasado 23 de noviembre, España exige a los viajeros de países considerados de riesgo ―los que tienen una incidencia acumulada superior a 150 casos por 100.000 habitantes en 14 días―, una PCR negativa efectuada 72 horas antes del vuelo, con multas desde los 3.000 euros si no se dispone de ella. El Reino Unido está incluido en el último listado, vigente hasta el 27 de diciembre.
El aeropuerto tenía previsto atender este mes de diciembre a 44.974 pasajeros británicos que, pese a la crisis del covid y la drástica reducción de las operaciones de compañías aéreas con Jet2.con, que no ha vuelto a operar desde agosto, siguen siendo mayoritarios. Tras ellos, los españoles (32.404), Países Bajos (14.775), Bélgica (13.958), Alemania (10.214), Suecia (7.074), Irlanda (2.079), Polonia (1.850), Austria (1.440) y Portugal (996).
Una coyuntura que ha dado el último golpe de gracia al sector turístico pues el turismo de proximidad, el que sólo puede llegar de las tres provincias de la Comunidad Valenciana no da ni para llenar las escasas plazas hoteleras abiertas en la Costa Blanca.
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